Con información de Agencias | Cuba | 22 Jun 2025 - 10:16hrs
La escasez de gas licuado de petróleo (GLP) en Cuba, que ha obligado a miles de familias a recurrir a soluciones arcaicas como el carbón y la leña para cocinar, tiene su raíz en la asfixiante situación económica del régimen. Las autoridades de la estatal Unión Cuba-Petróleo (CUPET) han admitido abiertamente su incapacidad para afrontar el pago de los cargamentos de GLP, lo que ha generado una acumulación de buques en puertos extranjeros y en aguas cubanas a la espera de poder descargar.
La grave crisis energética y alimentaria que atraviesa la isla se agrava con cada día que pasa sin un suministro regular de este combustible vital. La pregunta clave es cómo el gobierno cubano planea saldar las deudas por los embarques que ya se encuentran en sus costas o en tránsito.
Un vistazo a los sitios web de rastreo marítimo revela la cruda realidad. Actualmente, el buque de bandera panameña Fortunato, arrendado por el conglomerado empresarial militar GAESA, permanece anclado en Cartagena de Indias, Colombia, desde el pasado 3 de junio, a la espera de cargar GLP. De manera similar, el Eugenia Gas espera desde el 8 de junio en Coatzacoalcos, México, para abastecerse en el Complejo Petroquímico de Pemex.
Barcos en Espera: El Reflejo de la Insolvencia
En aguas cubanas, la situación no es menos precaria. Tres embarcaciones con cargamentos de gas se encuentran en distintas etapas de espera: el Gas Exelero, el LPG Pastorita y el LPG Emilia. El Exelero lleva desde el sábado 14 en Matanzas, presuntamente descargando, mientras que el Emilia aguarda desde el 11 de junio para hacer lo propio en Santiago de Cuba.
Jorge Piñón, investigador no residente del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, explicó a DIARIO DE CUBA que el LPG Emilia cargó en Jamaica y sería el buque al que se refirió Lucilo Sánchez Aquino, director de Comercio y Suministro de Gas de CUPET. Sánchez Aquino reconoció que la embarcación permaneció atracada sin descargar durante días debido a que "las limitaciones económicas impidieron efectuar el pago".
Una vez saldada la deuda, el buque procedió a la descarga en Santiago de Cuba, garantizando el suministro para la zona oriental, para luego dirigirse a La Habana y abastecer el occidente del país. Según el funcionario, el barco también realizó una parada en Nuevitas, Camagüey, para suministrar combustible a ese territorio y a Ciego de Ávila.
Por su parte, el LPG Pastorita es de producción nacional. "Cargó en La Habana, así que no deben tener problemas por el pago. Está ahora cruzando la punta de Maisí", en dirección a Santiago de Cuba, según los sitios de seguimiento satelital, indicó Piñón. El especialista también precisó que el precio de referencia del GLP al por mayor es de 32.97 dólares por barril.
A pesar de las declaraciones de Sánchez Aquino, quien afirmó que el recorrido de este buque habría satisfecho el abasto nacional, la realidad es otra. El 16 de junio, la Unidad Empresarial de Base de Comercialización de Combustible en Santiago de Cuba comunicó la suspensión de la distribución de gas licuado hasta nuevo aviso.
El propio Sánchez Aquino ha admitido que la producción nacional de GLP apenas cubre el 20% del consumo y que la fabricación de cilindros también se ve afectada por la falta de materia prima. Esta dependencia casi total de las importaciones, sumada a la incapacidad del gobierno para costearlas regularmente, deja a miles de familias cubanas en la incertidumbre ante nuevos paros en la venta del indispensable combustible sin previo aviso. La crisis del gas en Cuba es un claro reflejo de la precaria situación económica que ahoga a la isla.