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El reloj biológico acelerado: ¿A qué edad tus órganos comienzan a fallar sin vuelta atrás?
Según un estudio reciente, los órganos del cuerpo humano tienen una edad crítica en la que el desgaste se acelera sin freno.

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Con información de Excélsior | Ciudad de México. | 28 Jul 2025 - 12:33hrs

No envejecemos de golpe, pero tampoco de forma lineal. Según un estudio reciente, los órganos del cuerpo humano tienen una edad crítica en la que el desgaste se acelera sin freno. Saber cuándo ocurre puede redefinir la manera en que entendemos el envejecimiento.

La investigación publicada en Nature Medicine y respaldada por un análisis de más de 5,600 muestras de sangre, señala que el proceso de envejecimiento ocurre en “picos” biológicos. No todos los órganos siguen el mismo reloj: algunos se deterioran años antes que otros, y este hallazgo podría cambiar la medicina preventiva.

¿Por qué envejecemos en ráfagas y no de forma continua?
Los investigadores descubrieron que el envejecimiento no es un declive uniforme, sino que ocurre en transiciones aceleradas, denominadas “puntos críticos biológicos”. Estas etapas marcan cambios en la expresión genética, metabolismo y reparación celular, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas.

Tres momentos clave en la vida
Según el estudio, hay tres edades donde el envejecimiento se dispara:

Alrededor de los 34 años: los primeros cambios metabólicos significativos.
En los 60 años: se intensifica la pérdida de masa muscular y la función renal.
Cerca de los 78 años: aumento drástico de riesgo cardiovascular y deterioro cognitivo.
Este patrón fue confirmado mediante el análisis de proteínas plasmáticas, que actúan como biomarcadores del estado fisiológico.

¿Qué órganos envejecen más rápido y cuándo?
No todos los órganos siguen el mismo calendario. Según la publicación en Cell, los sistemas cardiovascular, renal y hepático presentan cambios antes que el sistema nervioso, aunque este último sufre un deterioro más pronunciado en etapas tardías:

Impacto por sistemas
Corazón y vasos sanguíneos: comienzan su deterioro estructural después de los 30 años.
Riñones: muestran un declive funcional temprano, afectando la capacidad de filtración.
Hígado: reduce su capacidad de desintoxicación alrededor de los 50 años.
Cerebro: mantiene estabilidad hasta después de los 60, pero luego sufre cambios drásticos en conectividad y neuroplasticidad.
¿Por qué se acelera el envejecimiento en estas edades?
Los científicos relacionan estos “picos” con:

Acumulación de daño celular (oxidativo y genético).
Inflamación crónica de bajo grado, que aumenta con la edad.
Cambios hormonales, especialmente en las décadas de los 30 y 50.
Un hallazgo importante es que el ritmo del envejecimiento no depende solo de los años vividos, sino del equilibrio entre reparación celular y agresiones externas: dieta, estrés, contaminación, falta de sueño.

¿Es posible retrasar el envejecimiento acelerado?
Aunque no hay forma de detenerlo, los investigadores sugieren estrategias para modular el impacto:

Ejercicio regular: mantiene la función cardiovascular y muscular.
Dieta equilibrada: patrones como la dieta mediterránea reducen estrés oxidativo.
Control metabólico: prevenir diabetes y obesidad.
Sueño reparador y manejo del estrés: factores que influyen en la inflamación sistémica.
Estudios experimentales están evaluando fármacos senolíticos y terapias con restricción calórica para enlentecer estos puntos críticos de envejecimiento.

¿Qué significa este hallazgo para la medicina?
Este descubrimiento abre la puerta a tratamientos personalizados basados en la edad biológica, no solo cronológica. En el futuro, podríamos realizar análisis de proteínas plasmáticas para detectar el inicio de estas “transiciones aceleradas” y actuar antes de que aparezcan enfermedades.

Los investigadores enfatizan que el objetivo no es vivir más años, sino vivir con más salud.

Envejecer no es lineal, y ahora lo sabemos
La idea de que “todos envejecemos igual” ha quedado obsoleta. El hallazgo de que nuestros órganos aceleran su deterioro en etapas específicas puede cambiar la prevención, la medicina y nuestras decisiones de estilo de vida.

Si buscas estrategias naturales para apoyar tu salud en estas etapas críticas, hazlo siempre bajo supervisión médica. El conocimiento es la primera herramienta para vivir mejor y más tiempo.