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Gustavo Islas Ricaño, símbolo del cinismo y la ineptitud oficial en Poza Rica
El funcionario es señalado por cobrarles a los vecinos para destapar drenajes colapsados tras la inundación.

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Noreste | Poza Rica, Ver. | 04 Nov 2025 - 20:09hrs

El Director de Drenaje y Alcantarillado, Gustavo Islas Ricaño, ha demostrado una vez más que su permanencia en el cargo es una burla para los ciudadanos de Poza Rica. Su supuesta “gestión” ha quedado reducida a un triste espectáculo de corrupción y ambición, pues ahora es señalado por vecinos de colonias inundadas, quienes aseguran que el funcionario cobra mil pesos por vecino para enviar una unidad vactor a destapar los drenajes azolvados de lodo y basura. Un acto tan mezquino como indignante.

Su arrogancia y absoluta ignorancia de sus deberes públicos han convertido su dirección en un ejemplo de cómo no debe funcionar un gobierno municipal. En lugar de atender de manera inmediata a los damnificados por la reciente inundación, Islas Ricaño habría optado por aprovechar la desgracia ajena para llenarse los bolsillos, imponiendo supuestos cobros ilegales a familias que apenas están tratando de recuperar lo poco que les quedó.

Mientras las colonias siguen hundidas entre aguas negras y pestilencia, el flamante director prefirió dormirse en su oficina, ignorando los llamados de auxilio de la población. Las unidades vactor que la Federación y el Estado enviaron para aliviar la crisis fueron desperdiciadas o, peor aún, convertidas en instrumentos de extorsión al servicio de un funcionario sin escrúpulos.




Ahora, cuando la desesperación se ha apoderado de los vecinos, pretende hacer negocio con su obligación, presuntamente exigiendo dinero para hacer lo que ya está cobrando en su nómina. Es decir, el pueblo le paga por trabajar y él, descaradamente, les vuelve a cobrar por hacerlo. Una afrenta directa al ciudadano común, que observa cómo los servidores públicos se transforman en verdugos de su propio sufrimiento.

Pero qué se podía esperar de Islas Ricaño, si el regidor comisionado en el rubro, Javier Romero Pérez, también ha demostrado ser un bueno para nada, se cree guapo y solo es el hazme reír del Ayuntamiento. Durante una protesta por drenajes colapsados en el fraccionamiento Gaviotas, Poza de Cuero y la colonia La Rueda, Romero tuvo el descaro de afirmar ante los vecinos que “solo iba por órdenes del alcalde, si no, ni vengo”. Palabras que retratan de cuerpo entero el nivel de indolencia y soberbia que se ha enquistado en este servidor público, donde el servicio parece ser sinónimo de desdén, negocio y desprecio al pueblo.




En Poza Rica, los ciudadanos ya no solo padecen las consecuencias de la inundación, sino también la corrupción y la desvergüenza institucionalizada. Lo que debería ser un acto de auxilio se ha convertido en una vergonzosa oportunidad de lucro para funcionarios que, lejos de servir, se sirven del cargo. Y mientras no haya sanción ni vergüenza, la podredumbre seguirá fluyendo por los drenajes... igual que el agua que estos inútiles se niegan a limpiar.