Porfirio Díaz lo acomodó muy bien para que el día 15, que era su cumpleaños, se fijara el Grito de Independencia. Nomás pa que lo recuerden. He asistido en mi vida a tres gritos, creo, uno a Xalapa y dos a Orizaba (2 de 10) Era Yo Mero de verlos por la tele y luego oír un poco a los mariachis y cantantes y de ahí a una peli en Netflix. Así eran mis 15 de septiembre. Pero he aquí que el alcalde Juan Manuel Diez Francos invitó a unas 500 personas y a todo el pueblo que quisiera ir (unos calculan unos 8 mil), para después del Grito escuchar al extraordinario Coque Muñiz, que habían soltado que andaba malito, no era cierto, llegó y cantó como siempre, xingón, con la novedad que trae al hijo para ser la tercera generación de cantantes, con el padre Marco Antonio, al igual que la dinastía de Vicente Fernández, que en esa familia canta hasta el gato, o Tony Aguilar, padre, hijo e hija y espíritu santo.

Así son nuestros cantantes, hijos de doctores, doctores, hijos de cantantes, al escenario.

 

 

Pues heme allí que me acicalo un poco y parto hacia el Palacio, habría lleno en ambos lados, afuera a escuchar el Grito y dentro, donde estaban los invitados; luego del Grito se abrieron las puertas de par en par y se llenó la explanada, que es grande y el escenario lucia bello. Se veían huecos porque la gente estaba formada recogiendo la cena.

Era el último Grito de JM10, en sus 10 años de alcalde, que quién sabe cuántos gritos pegó, lo mismo a sus empleados que a la Patria.

Comenzó a llegar la gente temprano. En Orizaba llueve cada 15 de septiembre, no se salva nadie, pues qué creen, ahora llovió pero temprano y desde las 9 de la noche dejó de caer la lluvia y la noche lucia esplendorosa, fresca. Tlaloc estaba dormido.

El Cabildo estaba listo, es también su último año. Una nueva administración llega a todos los 212 municipios veracruzanos y algunos se irán con nostalgia, otros con ganas de salir corriendo por lo cansado que a veces resulta serlo.

Pero no hay satisfacción más grande que los aplausos de la gente, como le dan a este alcalde orizabeño, que es considerado el mejor del país y tiene reconocimientos. Y si lo dudan, vean las redes.

Había para los invitados y para el pueblo pambazos, pozole, tacos al pastor, tamales, comida de todo, cuando el Grito terminó entraron sin tropiezos, pues había muchos niños, y todo resultó una fiesta del pueblo.

El Grito, como siempre, los héroes de la patria y el Viva Orizaba.

Comenzó el show. Coque es extraordinario, después de hora y media en el show, casi al terminarlo, el alcalde Diez le entregó un libro de Orizaba y Coque aprovechó para felicitarlo y hacerlo cantar un pedazo de esa rola llamada Por Amor, que es un homenaje de su Padre, Marco Antonio Muñiz.

Fiesta que a la una y pico terminaba y la gente salía a descansar. Los fuegos artificiales alumbraban esas bellas casas de tejas que están en la zona y los arboles de la bella Alameda.

Fue una noche de 10. Vienen algunos eventos más de despedida, informes y sorpresas.

Orizaba, Siempre Fiel.