
- /
Con información de Milenio | Nueva York, EU. | 11 Dic 2025 - 12:34hrs
La fecha de sentencia para Ismael Zambada García, alias El Mayo, ex líder del Cártel de Sinaloa, ha sido fijada para el próximo 13 de abril de 2026, a las 10:00 horas, conforme a la minuta actualizada de la corte de Brooklyn, Nueva York.
La determinación realizada por el juez Brian Cogan, al frente del caso criminal contra el capo mexicano, llega luego de la solicitud de la defensa del mexicano para posponer 90 días la imposición de su condena debido a que le ha sido complicado completar un informe previo a la sentencia debido a la violencia que hay en México.
Dicho informe busca que la condena impuesta a Zambada, que potencialmente es de prisión de por vida, sea reducida lo más posible normalmente a través de cartas de familiares, amigos y gente cercana al acusado.
Ahora, además del cambio de sentencia, se estableció que el equipo de abogados de El Mayo, encabezado por Frank Pérez, presente su informe a más tardar el 30 de abril del próximo año, y que la fiscalía estadunidense presente su propio informe pre sentencia a más tardar el 6 de abril del mismo año.
¿De qué se le acusa a ‘El Mayo’?
Ismael Zambada García se declaró culpable de dos cargos relacionados con crimen organizado el pasado 25 de agosto durante una audiencia en la corte federal de Brooklyn, en Nueva York, presidida por el juez Cogan.
Momentos después, la fiscal general de los Estados Unidos, Pamela Bondi, ofreció una conferencia de prensa acompañada de diversos jefes de agencias de seguridad e investigación, en la que presumió la declaratoria del culpabilidad del mexicano y aseguró que este pasará el resto de su vida tras las rejas.
En 2024 Zambada García fue llevado, según aseguró en una carta, en contra de su voluntad en un vuelo desde Sinaloa, México, a Nuevo México.
Según Washington y el propio Zambada, todo fue porque Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo y co líder del Cártel de Sinaloa, le puso una trampa y lo secuestró para entregarlo en manos de Estados Unidos para obtener créditos a su favor y en favor de su hermano Ovidio, ambos bajo custodia del gobierno estadunidense.
El Mayo enfrenta una potencial sentencia de por vida por los cargos que se le imputan y por no tener condiciones mitigantes en su favor hasta el momento, como haber entrado en un acuerdo de colaboración con Estados Unidos.
Durante su admisión de culpa a mediados del año, el criminal detalló algunos episodios de su vida como narcotraficante: “empecé a involucrarme en las drogas ilegales en 1969, cuando tenía 19 años y planté mariguana por primera vez”, dijo Zambada, al leer una carta.
El capo admitió varios crímenes, como haber traficado drogas, dirigido legiones de sicarios y haber sobornado a autoridades mexicanas para facilitar su negocio criminal.
«También tenía a mi servicio a un gran número de hombres armados (…) en última instancia todos estaban bajo mi control. Muchos miembros de mi organización también fueron asesinados. (…) pido perdón a todos los que han sufrido o se han visto afectados por mis acciones», concluyó Zambada.
¿Por qué la defensa solicitó aplazar la sentencia?
El 9 de diciembre, la defensa de Ismael Zambada García pidió que la sentencia del mexicano sea pospuesta tres meses, de enero a abril del próximo año, señalando que la preparación del informe previo se ha visto obstaculizada por la situación de violencia en México.
«Una parte sustancial de la evidencia mitigante debe ser obtenida de individuos localizados en regiones de México que actualmente experimentan una violencia e inestabilidad en aumento», escribió en una carta presentada ante la Corte de Distrito para el Este de Nueva York, el abogado de Zambada, Frank Pérez.
Según Pérez, la violencia en México ha impedido el avance en la redacción del memorándum de sentencia en apoyo de su cliente, un documento realizado por la defensa que busca que la sentencia del representado sea lo menos dura posible, muchas veces a través de cartas de familiares, amigos e incluso políticos que interceden por el señalado ante el juez.
«Esas condiciones han creado dificultades logísticas serias para acordar conversaciones, obtener cartas y asegurar otra información de contexto esencial de testigos y familiares. Retrasos en viajes y comunicaciones han sido inevitables, y varios individuos apenas han podido confirmar su disponibilidad para ayudar», agregó Pérez.