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Alejandro Ávila | Veracruz. | 13 Nov 2025 - 12:07hrs
Con el aplazamiento de la Organización Marítima Internacional (OMI) al año 2026 para la ratificación del acuerdo global en materia de descarbonización del transporte marítimo, México debe aprovechar para avanzar en su propia ruta hacia un sector más sostenible y fortalecer diversas acciones para estar listos cuando se retome el plan.
La reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en el transporte marítimo se ha convertido en un tema prioritario a nivel internacional. Este sector emite alrededor del 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono; se considera que, de no aplicarse medidas de descarbonización, estas emisiones podrían aumentar entre un 10 y hasta 150% para 2050 debido al dinamismo del comercio global, comprometiendo las metas del Acuerdo de París y los esfuerzos internacionales por limitar el calentamiento global a 1.5°C.
México asumió compromisos relevantes en su participación dentro el programa Green Voyage 2050 de la OMI, con metas intermedias en la reducción de emisiones de 40% y al menos 70% para 2040. Dentro de la Estrategia Nacional de Descarbonización del Sector Marítimo-Portuario, presentada por la Secretaría de Marina, enfocado en un plan que integra la adopción de combustibles limpios, modernización de infraestructura y embarcaciones, así como mayor coordinación regulatoria, podemos incidir de manera positiva para avanzar en estos propósitos.
La OMI promueve desde hace años un marco normativo jurídicamente vinculante que incluye medidas de eficiencia energética como el Indicador de Eficiencia Energética de los Buques Existentes, un estándar técnico que entró en vigor en enero de 2023, el sistema para la Clasificación de la Intensidad de Carbono y medidas basadas en el mercado, con el desarrollo de un marco que podría incluir límites obligatorios de emisiones o mecanismos de tarificación global del carbono, para incentivar aún más la descarbonización.
México tiene el potencial de ser un actor clave en esta transición global. Con el trabajo conjunto del gobierno y del sector privado, se puede liderar el cambio hacia tecnologías más limpias, combustibles menos contaminantes y operaciones más eficientes.
La descarbonización del transporte marítimo ofrece beneficios ambientales y económicos de largo plazo. Disminuir el uso de combustibles fósiles y adoptar tecnologías limpias protege los ecosistemas marinos y costeros, fortalece la competitividad internacional y promueve la innovación tecnológica, con soluciones como el hidrógeno verde, la electrificación y la digitalización de operaciones.
También existen grandes retos, entre los cuales destacan abatir los altos costos relacionados a la inversión en nuevas tecnologías y combustibles alternativos es alta, el aumento de emisiones a pesar de las mejoras en la eficiencia debido al aumento del volumen del comercio mundial, así como la incertidumbre regulatoria que para algunos genera el aplazamiento del acuerdo. Para países con amplia actividad portuaria como el nuestro, avanzar en esta transición no solo es una obligación frente a las regulaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI), sino también una oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible y consolidarse como líder regional en transporte marítimo verde.
CAMEINTRAM y el Fondo Mundial para la Naturaleza mantienen vigente el convenio de colaboración para impulsar una Hoja de Ruta de Descarbonización del sector marítimo-portuario, orientada a alcanzar la meta de cero emisiones netas en 2050. Los navieros en México tenemos optimismo y respaldaremos las decisiones que se tomendurante el próximo año dentro de la OMI, al considerar que el tiempo adicional por el aplazamiento del acuerdo nos servirá para alinear políticas, fortalecer capacidades nacionales y avanzar de manera coordinada hacia un transporte marítimo más limpio. Tenemos un compromisocon el desarrollo global sostenible frente al cambio climático, y cada paso contribuye.