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Isaac Carballo Paredes | Poza Rica, Ver. | 30 Oct 2025 - 13:17hrs

Una luz de esperanza ha llegado a la familia de Jonathan López Rubio, el joven de 35 años que lucha contra una grave infección, presuntamente causada por la bacteria leptospirosis, tras haber tenido contacto con el lodo de las recientes inundaciones. Aunque su estado de salud ha mostrado una notable mejoría en las últimas horas, Jonathan continúa hospitalizado y bajo estricta vigilancia en el Hospital Regional de Poza Rica, donde los médicos trabajan para asegurar su total recuperación.

Verónica Rubio Rocha, hermana del joven oriundo de Tihuatlán, confirmó el avance positivo en el cuadro clínico de Jonathan. Si bien el diagnóstico de leptospirosis aún no es confirmado de manera oficial por las autoridades sanitarias, el alivio por la mejoría es palpable entre sus allegados, quienes no han cesado en su llamado a la población para que extremen las medidas de higiene y eviten el contacto con el agua y el lodo estancado para prevenir más casos de enfermedades infecciosas.

El joven ingresó al nosocomio tras iniciar con síntomas poco después de haber participado en la limpieza de la casa de un familiar en la colonia Morelos, en Tihuatlán, la cual resultó afectada por las inundaciones. La rápida y severa manifestación de la enfermedad, que comenzó con fiebre alta, vómito y diarrea, puso en alerta máxima tanto a la familia como al equipo médico, al ligar el contagio con la exposición a los residuos de la inundación.

El parte médico de seguimiento indica que los esfuerzos del personal hospitalario están rindiendo frutos. Los parámetros que reflejaban la gravedad inicial del paciente, como el severo daño hepático y el conteo de plaquetas extremadamente bajo (inicialmente 50 mil), han comenzado a estabilizarse. Pese a que la recuperación es progresiva, el sistema de Jonathan todavía se encuentra vulnerable y requiere de una atención continua para contrarrestar los efectos de la infección en órganos vitales.

Actualmente, Jonathan López Rubio se mantiene con el tratamiento de antibióticos de amplio espectro y un riguroso protocolo de control de líquidos y electrolitos, fundamental para la recuperación del daño hepático y la deshidratación.

Destacaron que la permanencia en el Hospital Regional es crucial para monitorear cualquier posible recaída y asegurar que las funciones orgánicas recuperen su estabilidad antes de que pueda ser dado de alta, un paso que la familia espera con ansias, pero con cautela.